Mentiras que matan
Aquí estoy, en el lugar donde nos conocimos, con la diferencia que ahora su alma no está a mi lado. Solo veo un cuerpo rígido y pálido; con los ojos y la boca sellados con pegamento. Es ahora cuando entiendo la importancia de su trabajo, pues él no está ni parecido a lo que era antes. Lo recuerdo como si fuera ayer, me encontraba en la funeraria Quo Vadis , que hasta hoy detallé la ironía en el nombre, el lugar a donde vamos, es cierto y tarde o temprano, jóvenes o viejos terminaremos allí. Me habían dado la noticia del fallecimiento de mi tío Raúl, la verdad me lo esperaba, pues el cáncer lo fue desgastando a pasos enormes. Entré y después de darle el pésame a mi tía y primos me acerqué a la urna, allí estaba mi tío, pero estaba más tierno que nunca, estaba como dormido, con un rostro lleno de profunda paz. Luego fui al cafetín por un té, cuando me encontraba sentada en...